Es habitual escuchar que un pitbull, rottweiler, american stafford son agresivos, que muerden.
Una vez más esto no es cierto, generalizar nunca es bueno. La ley ha intentado resolver este problema catalogando a ciertas razas de perros por su morfología como Perros Potencialmente Peligrosos (PPP) para tratarlos de manera diferente y evitar que agredan poniéndoles un bozal por ejemplo.
Pensar que poner un bozal a los ppp es la solución es un error, ya que ni todos los PPP son malos ni todos los que no son PPP son buenos. Los diferentes estudios concluyen que la agresividad canina dirigida hacia las personas no tiene porqué residir en la raza de los perros.
Hay pautas comunes que suelen darse con las agresiones:
- Las agresiones suelen ocurrir con personas desconocidas al entrar en casa, con personas desconocidas en la calle y a miembros de la familia.
- La agresión no solo se define por morder, sino que también incluye los ladridos, el arremetiendo o gruñir.
- Se ha demostrado que la agresión hacia personas desconocidas era más común que hacía miembros de la misma familia. Esto se debe a que estas agresiones suelen ser una respuesta aprendida a situaciones en lugar de una característica general de los individuos.
- Los propietarios de más edad, los desconocidos también de mayor edad o las mujeres son por lo general menos propensos a ser agredidos por los perros.
- Por el contrario, cuanto mayor es el perro más probabilidades hay de que agredan a personas desconocidas.
- Las perras castradas tienen un menor riesgo de agresión tanto a los miembros de la familia como a personas desconocidas.
- Adiestramiento basado en el miedo y la dominancia suele derivar en una agresión.
La triste consecuencia para los perros que agreden a personas es normalmente la eutanasia o el abandono, por ello este asunto es muy delicado ya que buscamos que no se sacrifiquen perros por estos motivos, sino ayudarles a rehabilitarse.
La mayoría de los perros que han agredido son tratables y recuperables, por ellos tratemos de darles una segunda oportunidad acudiendo a un buen especialista en comportamiento canino.
La agresividad canina NO depende de la raza, y SÍ de las experiencias vividas por cada perro.